Con las abuelas no, clarín

Hace una semana Fito Paez decía que le daban asco la mitad de los porteños por su voto macrista. Debo decir que no comparto el sentimiento, aunque lo entiendo. A mí no me dan asco, ni lástima o pena como han dicho otros, no tengo ningún sentimiento hacia los votantes. Pero sí lo tengo hacia sus votos. Me da bronca. El asco lo reservo para cosas más graves, como la mentira descarada. Tal es el caso de un sector muy poderoso de los medios.
En los últimos días han estado dando resultados los análisis de ADN de Marcela y Felipe Herrera de Noble, los cuales los medios ultra opositores explotaron tergiversando la información.
Me da asco ver la campaña difamatoria de los organismos de derechos humanos. Me da asco el cinismo con el que mienten descaradamente diciendo que los chicos adoptados siempre colaboraron con la justicia.
Me es difícil escribir, ya que el sentimiento de bronca e impotencia me domina y me cuesta encontrar las palabras.
Están probadas las irregularidades en la adopción, como por ejemplo que la supuesta madre de Felipe, Carmen Luisa Delta había sido identificada con un DNI y un domicilio falsos. Además de eso existen denuncias anónimas y otras no hechas a las Abuelas sobre la posibilidad de que Marcela y Felipe fueran hijos de desaparecidos. También hay denuncias de que las partidas de nacimiento de ambos bebés habían sido fraguadas. Los motivos para investigar si estos chicos que fueron "adoptados" en el 76, fueron apropiados durante la dictadura sobran.
Para colmo están las trabas a las investigaciones. La poca colaboración de los Noble Herrera que durante diez años se negaron a aportar muestras de material genético en tiempo y forma. Primero se negaron alegando que la extracción implicaría un shock emocional; luego pretendieron que las muestras se tomaran en clínicas privadas de españa, luego pretendieron que no fueran en el Banco Nacional de Datos genéticos "porque está controlado por las Abuelas", luego se negaron a lo mismo "está controlado por el Kirchnerismo". En el 2000 alegaban ser víctimas de una persecución y hostigamiento judicial que involucraba la lucha de poder entre el menemismo y el duhaldismo, luego se resguardaron en el discurso de que la embestida oficial era obra del kirchnerismo. 
La deshonestidad de algunos medios alcanza un pico increible e indignante, amparada por un impunidad increíble.
Parece que Martín Fierro sigue tristemente actual cuando dice:
"
La ley es telaraña/ en mi ignorancia lo explico/ no la tema el hombre rico/ nunca la tema el que mande/ pues la rompe el bicho grande/ y sólo enreda a los chicos"
Aunque no se trata de hacer acusaciones apresuradas ni mucho menos, el país ganará sólo cuando haya justicia y se sepa la verdad, sea cual sea el resultado de los análisis que corresponda. Se trata sólo de hacer un descargo ante semejante despliegue de veneno viperino en las pantallas y las páginas de los medios de siempre.


Comentarios

Entradas populares