Discurso escolar (nivel medio) 25/10/2010

"         … Muchas gracias profesora.
            Bueno, ante todo, buenos días chicos.
Me gustaría aprovechar esta oportunidad para repensar la Revolución de Mayo y lo que representa para nuestra historia. Porque la historia latinoamericana tiene tantos enigmas como relatos que intentan explicarla. Sobre todo en ese momento “inaugural” de diferenciación política que representa la “independencia”.

En la República Argentina, conmemoramos el 25 de Mayo de 1810 porque se inicia el camino hacia la libertad y la autonomía. La historia oficial dice que, en un cabildo abierto en la ciudad de Buenos Aires, un grupo de patriotas democráticos, imbuidos por el espíritu de la libertad, se reunió para constituir el primer gobierno patrio.
Sin embargo, “el 25 de mayo tiene más valor simbólico que histórico. Tiene el valor simbólico de un hecho fundacional que todo pueblo necesita reconocer para construir su identidad”[1]. Pero hace falta reflexionar sobre cuánto hay de cierto en todo ello y sobre todo acerca de quiénes son englobados dentro esa identidad, y quiénes quedan excluidos.

El interés por ingresar al libre cambio aporta un contexto determinante que ese relato suele desconocer. Clave para reconsiderar la idea de independencia de un país, que se desligó del señorío de la corona española, pero para someterse al de las potencias económicas. El mismo Mariano Moreno, anticipó ese rumbo en su “Plan de Operaciones” (1810) al decir: " Si no se dirige bien una revolución (…): si el interés privado se prefiere al bien general, el noble sacudimiento de una nación es la fuente más fecunda de todos los excesos”.
            Por ejemplo, es en línea con estos intereses privados que la historia no sólo ha ignorado en su definición de “argentino” a todos los pueblos originarios, sino que los ha expulsado de ella. Los ha perseguido y aún hoy no les reconoce sus derechos.

Creo que es necesario comprender el pasado para no errar las interpretaciones del presente. Repensar la revolución de Mayo y los doscientos años de historia que la sucedieron permitirán repensar la nación. Los festejos del bicentenario consisten en conmemorar nuestra joven historia, con sus muchos logros y otros tantos traspiés. Pero por sobre todo, se trata de conmemorar el aprendizaje que permita entenderla como la plataforma de despegue para una nueva identidad Argentina más plural y verdaderamente independiente.

Para finalizar, quisiera citar un fragmento de un artículo del doctor García en la edición virtual del periódico La Voz
 “Toda evocación a Mayo es un acto de afirmación de nuestra nacionalidad. (…) Pero todo acto de reafirmación nacional (…) debe tener presente que somos una nación inconclusa, en marcha, porque todavía no somos lo que podemos ser.”[2] "

[1] Gonzalo García “Mariano Moreno y el 25 de Mayo de 1810: La revolución que podría haber sido” 25.05.2009

[2] Ibídem.

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